
Polémica con el curriculum de Evelyn Alonso, concejala de Santa Cruz: 27 años para sacarse una carrera
SANTA CRUZ DE TENERIFE/ La concejala de Movilidad del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife vuelve a estar en el punto de mira tras hacerse público que lleva matriculada desde 1998 en la carrera de Ingeniería Técnica en la Universidad de La Laguna sin haber concluido sus estudios. Nada menos que 27 años sin finalizar una titulación universitaria, una realidad que ha indignado a asociaciones profesionales del taxi y ha generado un intenso debate sobre la preparación y responsabilidad de quienes ocupan cargos públicos.
La polémica se suma a una gestión cuestionada desde múltiples sectores. Las asociaciones de taxistas denuncian que la edil no solo carece de la preparación técnica adecuada, sino que su política respecto a las licencias de taxis ha sido caótica y perjudicial para el sector, generando un rechazo generalizado entre los profesionales del municipio.
Pero el caso ha trascendido el ámbito local, siendo comparado por la ciudadanía con otras controversias recientes relacionadas con los currículums académicos de responsables políticos. Entre ellas, el escándalo que obligó a dimitir a Noelia Núñez, diputada del Partido Popular en la Asamblea de Madrid, tras conocerse que mintió en su formación académica reflejada en el portal de transparencia.
También se ha recordado la misteriosa desaparición del máster universitario del líder del Partido Popular en Canarias y actual vicepresidente del Gobierno autonómico, Manuel Domínguez, que fue retirado sin explicación alguna de su ficha oficial en el Parlamento de Canarias.
En el caso de la concejala de Movilidad, las críticas no se centran únicamente en su historial académico. Su nombre está asociado a uno de los momentos políticos más controvertidos de la reciente historia municipal: en 2024 protagonizó la moción de censura que desbancó a la socialista Patricia Hernández de la alcaldía tras abandonar Ciudadanos y apoyar a Coalición Canaria (CC) y al Partido Popular (PP), en contra de las directrices de su partido. Su voto fue decisivo para que José Manuel Bermúdez (CC) retomara el bastón de mando en Santa Cruz.
Lejos de ser penalizada por la ruptura de filas, fue premiada poco después por CC con su inclusión en las listas electorales, consolidando su ascenso político al margen de su desempeño técnico.
Este cúmulo de irregularidades y privilegios alimenta la sensación de impunidad y falta de rigor en la política canaria, donde el peso de la lealtad partidista parece pesar más que la capacidad profesional. Las asociaciones de taxistas, que han sido las primeras en levantar la voz, aseguran que seguirán exigiendo responsabilidades y transparencia: «No puede seguir gestionando la movilidad de una capital quien ni siquiera ha podido terminar sus estudios en casi tres décadas».
El caso abre nuevamente el debate sobre el nivel de exigencia y los criterios de mérito que deben regir el acceso a cargos públicos, en un contexto donde la credibilidad de las instituciones se ve cada vez más erosionada por episodios de este tipo.